Lider? o Jefe Manipulador

Existe un común denominador en todos los manipuladores, la descalificación permanente del otro y el dominio. El manipulador toma a una persona y la clasifica.

Esa persona pierde su voluntad, empieza a pensar y sentir en función del manipulador, la víctima se transforma en una prolongación del manipulador. Y puede enfermarse, porque el contacto permanente con un manipulador es un factor estresante muy fuerte y poderoso.

¿Cuál es la diferencia entre motivar y manipular?

El recurso de manipular es la potencia del impotente. Cuando uno puede motivar, potenciar al otro, no es una manipulación. Por ejemplo, un jefe puede ser un gran motivador. Quiere obtener un buen resultado del trabajo de su empleado y lo impulsa a crecer. No quiebra su voluntad.

El manipulador no impulsa a crecer, no le importa el otro. Lo aplasta. Y muchas veces corta recursos económicos y familiares de su víctima. Quiere aislarlo como hacen las sectas. Volviendo al caso de un jefe manipulador, sería el que se lleva todos los méritos y no comparte los logros.

Es muy importante identificar a estas personas y escribo «estas» ya que en una empresa se pueden conocer hasta por clasificaciones a los jefes con estas características,

Lo principal es entender que no va a cambiar. Hacer el duelo por no alcanzar una relación ideal con él. Cuando la víctima en su interior dice «basta», aunque siga bajo el radio de influencia del manipulador, le cortó el poder. Es como si dijera: «Te descubrí: hagas lo que hagas y digas lo que digas, ya no me afecta. No soy tu títere. Por primera vez, puedo ser yo».

En beneficio de los líderes verdaderos, enlisto algunas características de los jefes manipuladores, en mi siguiente post, les describiré más sobre lo peor de los que se siente jefes:

– Los discursos motivadores, cuando carece de  credibilidad.
– La generación de deudas de gratitud.
– El fomento de la dependencia.
– El encasillamiento o etiquetado.
– La imputación arrolladora.
– Los encargos-trampa.
– Las cortinas de humo.
– El proselitismo.
– La mentira rutinaria.
– La seducción.